La abertura en el centro del tejado era llamado en la casa romana compluvium. El agujero que servía en un principio para dar salida al humo en las cabañas etruscas se utilizó más tarde para dar a la casa, luz, aire y agua, el agua de la lluvia que discurría por las cuatro vertientes del techo inclinadas hacia dentro y se recogía en el impluvium, la taza rectangular rehundida en el centro de la solería del atrío (patio). Junto al impluvium se encuentra a menudo un puteal, el brocal de un pozo que recordaba al antiguo recipiente del agua doméstica, y junto a él, el cartibulum, la mesa de mármol en que se comía.
Nunca te acostarás sin saber una cosa más. ;)
ResponderEliminarMe dan ganas de estar en ese patio en un atardecer de verano cerca del mar, tomando uvas y bebiendo vino.
Me gustaba cómo era la distribución de nuestras primeras casas! gracias Koora, este lugar es muy interesante. Como dice Trini, también me estaría yo tumbada a la bartola con una copa vino en ese patio.
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